La Creación es Imperecedera, pero sólo ante Dios, sólo ante Él Eterno, Dios crea como efecto de Su Palabra, más allá de cualquier explicación, el efecto de lo que dice Dios es Manifestado en el instante en que se dice. Dios habita en la Eternidad, la Eternidad es al Infinito, lo que la Realidad es a la Temporalidad, por ende, no hay Realidad en la Eternidad, la Realidad está enmarcada en el cuadro Espacio- Temporal, que a su vez parece manifestarse con el efecto de la caída de Adán, como efecto de la caída del Hombre, que es arrojado del ámbito Celestial Sagrado, que Simboliza el Edén en el Paraíso.
Por lo anterior, jamás puede haber Creación en el Arte, pues la Creación es por completo de Dios; el pintor o el artista, inventa, construye, evoca en el efecto de su Inspiración; de todas maneras, en este sentido, el Arte Espiritual tiende a enlazar o vincular, lo Espiritual, lo Sagrado, lo inmaterial y tan solo alcanzar en su vislumbre a reflejarlo, solo lo refleja, nada más. Solo intenta describirlo.
En cambio, el arte académico, solo refleja a su vez la historia de la arrogancia en su decurso, historia que tristemente ha llegado a ser Celebre; el pintor con fama es él, y en su reconocimiento, lo que de etéreo podría concebirse en el arte, queda profanado.
En el Arte Espiritual, el plano del Espíritu se eleva sobre lo físico, y gira y gira más allá del espacio temporal, de alguna forma se establece la conexión por medio de la Inspiración Espiritual, pero el artista o pintor no puede darse el crédito, es el medio o el canal, por medio del cual es manifestado; el pintor Espiritual inclina la cabeza ante Dios. Dios está en el Plano Infinito.
